Los Misioneros Claretianos plantaron sus vidas en el Altiplano Boliviano en marzo de 1974, aceptando hacerse cargo pastoralmente de la Misión del Norte de Potosí.

En los primeros años, la principal actividad fue el conocimiento de la realidad, la definición de los asentamientos y el enfoque del trabajo que iban a realizar. Se encuentran con una población muy dispersa y aislada, fundamentalmente formada por campesinos y campesinas quechuas y aymaras, y con un contexto que se caracteriza por una alta ruralidad, altas tasas de analfabetismo, instalaciones educativas inadecuadas, alimentación insuficiente, altas tasas de mortalidad infantil, falta de higiene, precaria habitabilidad de las viviendas, desigualdades en relación a las mujeres…

En este contexto, la Misión claretiana opta por trabajar por una promoción integral de las comunidades del Norte de Potosí, atendiendo en todo momento tanto las necesidades religiosas como las humanas de los y las campesinas. De este modo, a la tarea evangelizadora se sumaron otras áreas de acción como la promoción agrícola, la atención sanitaria, la educación, la promoción de la mujer o la defensa de los derechos de campesinos y campesinas.

Se percibió la necesidad de crear una infraestructura básica en las cabeceras de cada zona, para conseguir un acercamiento a las comunidades campesinas, numerosas y distantes entre sí. Con el objetivo de buscar financiación para llevar adelante esta promoción integral, los Misioneros Claretianos crearon en 1989 la Asociación Proclade Euskadi y en 1993 la Asociación Proclade Navarra. En diciembre de 2006 se crea la Fundación Proclade Yanapay que en Noviembre de 2008 absorbió a las Asociaciones Proclade-Euskadi y Proclade-Navarra, para actuar conjuntamente en los territorios de las Comunidades Autónomas Vasca y Navarra a través de una entidad jurídica única.

Jurídicamente, pues, se produjo una absorción con subrogación, por lo que la Fundación Proclade Yanapay asumió todos los derechos y obligaciones de las asociaciones absorbidas, asumiendo, por tanto, la experiencia y actuaciones de ambas entidades.

Han transcurrido más de 40 años desde que los Misioneros Claretianos de Euskal Herria se hicieran cargo pastoralmente de la zona Norte del Departamento de Potosí. Años no exentos de dificultades en los que se ha querido responder con generosidad al reto de esta Misión desde lo más urgente, oportuno y eficaz, haciendo una opción preferente por la defensa del derecho a la educación de la infancia y juventud campesina e indígena.